Antes de nada, ¿qué tal llevas tus previsiones del negocio? ¿Sabes cómo optimizar los gastos de tu negocio?

A continuación te contamos los 8 pasos en los que hemos querido condensar las acciones más importantes para poder saber cómo optiimizar los gastos de tu negocio. Pero antes de tomar ninguna decisión que afecten a estos gastos nos gustaría pedirte que contestes a 3 preguntas:

  1. ¿Tienes claro lo que puede suceder en tu negocio?
  2. ¿Tienes una visión clara sobre los cobros y pagos de tu empresa?
  3. ¿Tienes hecha una previsión de tesorería para los próximos meses?

Si la respuesta es sí, adelante, ya deberías de tener claro el estado actual de tu tesorería y por ello tienes claro que necesitas una optimización del gasto de tu negocio. Pero si la respuesta es no, te recomendamos encarecidamente que hagas una previsión de tesorería, ésta será sin duda una herramienta clave para poder visualizar las necesidades y características de la caja de tu empresa. Es vital tener este paso completado antes de tomar ninguna decisión para poder basar éstas en datos, no en suposiciones o ideas.

 

8 pasos para saber cómo optimizar los gastos de tu negocio

1. Diferencia entre gastos necesarios y gastos prescindibles: Merece la pena hacer un esfuerzo realizando este análisis para identificar todos los gastos prescindibles y tratar de reducirlos para obtener un incremento inmediato de meses de vida para tu negocio. Para identificar gastos candidatos a ser reducidos, te ayudará pensar cuáles no son urgentes o cuáles aportan un beneficio reducido.

2. Retrasa tus pagos: Levanta el teléfono y habla con tus proveedores «accesibles» para intentar que te acepten un retraso en el pago de la próxima factura vencible.

3. Reduce tus gastos personales y tu salario: las nóminas suelen ser una partida de gastos importante, y ser el primero en reducirse el salario en tu empresa da ejemplo al resto de los empleados.

4. No compres: Alquila en lugar de comprar. Aunque el coste financiero sea superior, mejor pagar una cuantía mayor prorrateada en varios meses a que no llegar a mantener la empresa a flote 6 meses más. Hoy en día se puede hacer un renting de casi todo tipo de activos.

5. Renegocia las condiciones con tus proveedores: Intenta renegociar los periodos de pago de tus proveedores. Tienes varias cartas con las que poder jugar, desde aumentar el periodo contractual con este, hasta llegar a modificar ciertas condiciones económicas en beneficio de un periodo de pago superior. Conseguir 30 días más de periodo medio de pago sobre un proveedor… ¡es oxígeno puro para tu empresa!

6. Ajustes salariales: Como última opción, ya que las empresas existen gracias a las personas que las forman. Si has dado ejemplo siendo el primero en reducirte el salario, te será más sencillo tomar decisiones difíciles sobre el resto de la plantilla.

7. Ajusta nuevas inversiones: Por supuesto, piénsate dos, tres y cuatro veces si realmente necesitas realizar esa inversión, ya que esto seguro que tensionará aún más tu tesorería futura.

8. Aplaza el pago del IVA: El gran protagonista de numerosas sorpresas a lo largo del año en muchos negocios. Deja de pagar trimestralmente el IVA y transfórmalo en un pago mensual predecible, y por supuesto con la ventaja de pagarlo en varios plazos. Una vez hecho esto, recuerda cada mes calcular el IVA que tendrás que pagar en los próximos meses, y no dudes en llamar a tu contable si necesitas ayuda con el cálculo.

Una vez hayas considerado (y realizado si es el caso) todos los puntos anteriores, actualiza los datos en tu previsión de tesorería para tener claro cuántos pagos vas a tener en los próximos meses, y por tanto, las mínimas ventas que debes tener mes a mes para mantener el negocio a flote.

Tener esta información te permitirá crear objetivos muy tangibles y alinear al resto de empleados para incentivarles a lograrlos, consiguiendo así que el negocio sobreviva a los próximos meses.